¿CADA CUANTO LO HACES?
Cayetano, 82 años. Rosa, 78. Llevan casi 50 años juntos Ayer la operé a ella de una cirugía mayor pero sin complicaciones Cayetano viene a mi consultorio y pide algo para él?) Habla con una Complicidad masculina que mis casi 40 años no descifran. "¿Doctor, Rosa estará en reposo 10 días más...me puede dar algo? Nosotros tenemos relaciones todas las noches y ahora, llevo ya 4 días sin poder dormir. ¿Me puede dar algo para “apaciguarme” hasta que ella vuelva a funcionar normal? (De "Relatos de un médico") No hablemos de los discapacitados o enfermos crónicos, de los presos o internados. Pienso en los depresivos que no tienen deseos, en los fóbicos y miedosos que los tienen, pero no se animan a concretarlos, en la legión de "sueltos" que no hacen el amor porque no tienen con quien, en la otra legión de "cazados" que no lo hacen porque están enojados / traicionadas/ aburridas/ extenuados / sin plata / sin tiempo. Viven "como hermanitos" La estadística Nacional asocia sexo a fin de semana (Hoteles de alojamiento llenos, el domingo no se trabaja, etc.). No muy diferente del boom carnaval de los brasileros o el furor primaveral en las tribus polinesias (que no practican sexo en estaciones frías) Se trate de parejas ocasionales o estables, la frecuencia sexual se asocia a múltiples factores. SEXO Y EMOCIONES Después de un evento (una fiesta o una salida) es casi seguro que la pareja termina la velada en la cama, aunque estén más cansados de lo habitual. ¿Se pregunto por qué? Porque el sexo está directamente ligado a emociones positivas: una alegría, un logro, una reconciliación. Cumple un rol importante también la ingesta de alcohol, con la conocida capacidad deshinibitoria del mismo. "La emborracho así se deja", contaba un adolescente. Hay otras personas para las que la actividad cumple una función reparadora, ellos se refugian entre dos piernas cuando los abruma un problema o un dolor, cuando están despechadas o con miedo -Tal vez el caso más representativo sea el de Marcelo X, que salió unas horas del velorio de su madre para encontrarse con su amante; a la cual no le pudo contar lo que le pasaba, solo refiere que le hizo el amor intensamente y se sintió mejor. Pudo hablar con el cuerpo, solo después de varios días lo tradujo a palabras. LA LEY DE FISHER Cabe destacar que la sexualidad no se comporta como las otras necesidades físicas en las que la satisfacción de la necesidad calma el deseo. Es decir, cuando tenemos hambre, ésta se nos quita comiendo, pero no funciona exactamente igual con el sexo. A este respecto, Fisher, investigador canadiense describe que, si una persona mantiene, por ejemplo, dos coitos, por semana; cuando disminuye su frecuencia a una o menos, inmediatamente siente un aumento en el deseo sexual que lo insta a la intimidad. Pero si el individuo, por diversas razones, no reasume las relaciones sexuales por un largo periodo, entonces el deseo disminuye y puede llegar hasta desaparecer. Asimismo, cuando una persona tiene una frecuencia dada, tomemos el mismo ejemplo, dos relaciones por semana y por diversas circunstancias aumenta a siete por semana; inmediatamente siente una saciedad sexual. Sin embargo, si continua con esa frecuencia, el cuerpo no solo se adapta, sino que hasta le pide más. Basándonos en la misma premisa podemos explicar que un distanciamiento emocional o físico, por ejemplo, debido a enfermedades o los conflictos de pareja, si son de larga data, pueden provocar una disminución en el deseo sexual. En esas circunstancias el cuerpo no pide, no requiere, no exige ni demanda la vida sexual. Incluso, al ser superadas las condiciones que provocaron el alejamiento, los encuentros siguen escasos, como si fuera necesario un reentrenamiento del ritmo libidinal De lo expuesto se deduce que cada persona, cada pareja, debe encontrar su propio ritmo satisfactorio, en lo sexual y en todo lo demás, como parte de su calidad de vida. mmH Una conocida marca de preservativos realizo una estadística al respecto: 103 encuentros al año. Haga sus propios cálculos (¡y envidie a Cayetano!) Lic. María Inés Álvarez Psicóloga (U.B.Α)
